El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha firmado y promulgado esta tarde en Brownsville tres normativas que intensifican las medidas hacia los inmigrantes, otorgando a las autoridades locales la facultad de indagar sobre la documentación en cualquier parte del estado. En caso de no contar con los documentos requeridos, la persona corre el riesgo de detención y enfrenta la posibilidad de ser deportada a México, sin importar su nacionalidad. La ley, conocida como SB4, entrará en vigor en marzo del próximo año.
Este conjunto de regulaciones, consideradas una de las más severas en contra de la inmigración en Estados Unidos, comenzará a regir en marzo de 2024.
Según Abbott, quien ha supervisado la expulsión de 65,000 migrantes en autobuses de su territorio, la SB4 contribuirá a frenar la “oleada” de personas que ha llegado a Texas. Esta legislación, aprobada en noviembre por la mayoría republicana del Congreso local, forma parte de un conjunto de iniciativas destinadas a reducir el flujo que ha alcanzado cifras récord en la frontera durante este año. La ley convierte los cruces ilegales en un delito sancionable por las autoridades estatales, permitiendo que policías y jueces locales autoricen deportaciones, algo que la legislación estadounidense reserva normalmente para las autoridades federales.